El pasado domingo 7 de noviembre,, nuestra iglesia ubicada en el sector de Labranza, cumplió un gran anhelo: inauguró de manera oficial su templo, en una ceremonia que contó con la participación de nuestro presidente nacional, pastor Iván Flores, y el presidente del distrito Araucanía, pastor Luis Hernández.
Un sueño de años de nuestra congregación, quienes hasta el día de hoy habían tenido que reunirse en hogares de hermanos, pero que ahora cuentan con un espacio físico para hacer cultos, reuniones y actividades especiales. Conversamos con el pastor Luis Mariqueo respecto a este proyecto, cómo se gestó, los problemas provocados por la pandemia y sus i impresiones ahora que ya tienen un espacio físico, que pueda cobijar a todos los hermanos.
- Pastor Luis, ¿Podría contarme como fue que se gestó todo el proceso de la construcción del templo para Labranza?
Este proyecto nació el año 2016, iniciado por nuestra hermana Miriam Guzmán Véliz. Ella, en vista de que Labranza iba a tener por primera vez un pastor oficial, comenzó a planificar el uso de algunos recursos que ellos tenían y que ya les había permitido comprar una propiedad, por lo que empezaron a ahorrar, para finalmente construir. La hermana Miriam echó a andar el proyecto, orando al Señor, y ajustó todo el presupuesto ya que tenía una empresa de construcción y manejaba todo ese tema. Lamentablemente unos años después, se le detectó un cáncer al esófago, pero a pesar de que estuvo mal y con quimioterapia, fue una mujer de Dios y se lanzó a llevar a cabo el proyecto en enero del 2017. El Señor la llamó a su presencia el 26 de febrero de ese año, por lo que las obras quedaron estancadas, solo se alcanzó a hacer la obra gruesa.
- O sea, ¿Hubo un retraso en todo lo que se tenía contemplado?
Bueno, el maestro que contrató había llegado a un acuerdo con ella, pero ella al fallecer no siguió con el proyecto. Así que tuvimos que contratar a otro maestro con muy pocos recursos que nos quedaban, pero a medida que teníamos el dinero podíamos avanzar. El Señor nos permitió juntar recursos, además de tener la ayuda de la Iglesia Nacional, el Distrito Araucanía y varias otras iglesias que hicieron acción de gracias. A pesar de varios detalles que no manejábamos, pudimos de a poco seguir con la construcción y recién el 2019 pudo terminarse, y que solo pudimos inaugurar ahora ya que se tuvo que retrasar esto por el estallido social y la pandemia.
- Hasta ahora, ¿Cómo y dónde se estaban reuniendo para realizar sus cultos y actividades como iglesia?
Nos reuníamos en las casas de los hermanos. Una de las hermanas fundadoras de la Iglesia de Labranza facilitó su casa para hacer los cultos los domingos, y en la semana nos rotábamos con los distintos ministerios.
- ¿Y como fue todo ese proceso? Imagino que un poco difícil.
Fue realmente una bendición en cuanto a compartir con los hermanos y conocerlos un poco más de cerca, esto fue de ventaja porque yo recién estaba llegando a Labranza. Fue un punto positivo porque nos mantuvo siempre orando para que la iglesia no menguara. Con o sin templo igual nos debíamos reunir, porque la iglesia no gira en torno a un templo. De hecho la pandemia después no enseñó eso, que no debíamos depender del espacio físico, y gracias al Señor la iglesia se fue fortaleciendo hasta hoy.
- Pastor, ¿En qué consiste todo lo que construyeron? ¿Qué dependencias tiene el edificio?
El templo está en un sector residencial, una casa esquina, entonces no se pudo hacer más que ampliar, porque tuvimos que echar abajo la casa. El 90% del sitio se ocupó para construir un salón multiuso con sillas que movemos para hacer distintas actividades, además tiene una cocina y 2 baños. Se trató de ocupar el mayor espacio posible porque más allá no podíamos hacer nada, no teníamos los recursos.
- Respecto al tema de la pandemia, ¿Cómo lo han hecho hasta ahora? ¿Han podido usar su nuevo templo?
En Labranza estamos reuniéndonos presencial, en Fundo el Carmen de forma virtual, ya que Labranza tiene los espacios listos como el templo nuevo. Nosotros partimos el penúltimo domingo de octubre, ya llevamos 3 domingos en el templo de manera presencial. En pandemia tuve que fusionar las 2 iglesias que administro en una sola, y transmitíamos los cultos así.
- Finalmente pastor, ¿Cómo fue todo el tema de la inauguración? Imagino que fue emocionante
Fue una bendición tener a las autoridades de la iglesia porque teníamos planificada la inauguración en octubre del 2019, pero con el estallido social y la pandemia no se pudo. Entonces cuando inauguramos el templo para mi fue inédito porque fue mi primera vez inaugurando un espacio así, elaborando un protocolo y cortando la cinta. Fue además un asunto pendiente que teníamos a la memoria de nuestra hermana Miriam que gestó todo esto, y le hicimos un reconocimiento póstumo que fue el sello de la ceremonia.