Debido a la contingencia sanitaria que actualmente estamos viviendo, y por segundo año consecutivo, la Convención Nacional de la juventud se realizó de manera virtual. La 96° versión de esta asamblea anual reunió a cerca de 120 asistentes entre jóvenes, consejeros y pastores pertenecientes a los liderazgos de las juventudes locales y directorios distritales. La actividad administrativa se realizó los días 20 y 21 de agosto bajo el lema “Conectados”, cerrando el día sábado con un culto que se transmitió en vivo a través de las redes sociales de la Iglesia Nacional.
Ambas jornadas estuvieron enfocadas, no solo en el trabajo administrativo, lo que nos permite tomar acuerdos y pasar revista a lo que El Señor ha hecho en la juventud, sino que también hubo espacios dedicados a la reflexión en torno a la palabra de Dios, bajo tres temas centrales que se desprendían del lema, estos fueron: “Conectados con Dios”, “Conectados con el entorno” y “Conectados con la iglesia”. Los encargados de entregar el mensaje fueron los pastores, Alejandro Almonacid y Jaime Leiva, actuales consejeros de la JEA Nacional, con la participación especial del pastor misionero, E.I. quien desde España pudo compartir con los participantes de esta asamblea.
Confiamos en que esta actividad fue de gran bendición para cada uno de quienes se dieron cita en este evento, donde se pudo conocer mayormente el trabajo que los diferentes distritos están realizando. Nos alegramos de ver cómo el Señor ha ido guiando cada detalle de tal forma que escuchábamos con mucho gozo que las metas de las juventudes estaban direccionadas hacia un mismo fin. Sin duda Dios respalda la labor de cada joven que se dispone a escuchar su llamado y quiere hacer su voluntad.
Además, celebramos junto a nuestros hermanos de las juventudes de Copiapó y Ancud, quienes durante la Convención pasaron a ser oficialmente, JEAs constituidas. El Señor afirma su obra, y a pesar de este tiempo de dificultad, su palabra se sigue extendiendo. Agradecemos una vez a nuestro Padre por el lindo número de asistentes, y a quienes nos acompañaron en el culto de cierre, a pesar de la larga jornada que vivimos el día sábado. El Señor bendiga este hermoso ministerio, y que podamos compartir juntos todo lo que viene para la gloria de Dios.