Como Iglesia Nacional, reconocemos la vida y el gran aporte de nuestro hermano José Carlos Cifuentes Treimun, quien ha entregado sus mejores años de vida, para Dios su Señor, para el prójimo y para su tan amada Iglesia Alianza Cristiana y Misionera en La Unión y posteriormente en Frutillar.
Nuestro hermano conoció a Cristo en el año 1960, en el año 1961 selló su fe en las aguas del bautismo. Desde ese periodo manifestó un potente espíritu de servicio, era notable su corazón de pastor, su primer trabajo fue como encargado de obra en Corte Alto-Purranque durante 6 años. Debido a su trabajo en Ferrocarriles del Estado fue trasladado a la ciudad de La Unión, ahí comenzó a desempeñarse como diácono por un periodo de siete años, y en el pueblo de Trumao abrió una obra.
En el año 1977 fue trasladado a la hermosa ciudad de Frutillar, aquí comenzó a trabajar en el directorio de la iglesia, pasando rápidamente a asumir como el primer diácono, desde esa fecha se desempeñó como mano derecha de los pastores que llegaron a la iglesia, desarrollando principalmente la labor de visitar enfermos en hospitales y a domicilio, visitas a miembros de la iglesia, familiares de los hermanos e inclusive a autoridades comunales. Cabe señalar que nuestro hermano posee un don de enseñanza que lo ha llevado por años a ser maestro de la escuela Dominical, y maestro en la academia bíblica (la escatología ha sido su mayor docencia en la Iglesia).
La máquina de escribir fue su gran asociada en su labor en educación cristiana, ya sea para preparar sus lecciones o sus predicaciones, no necesariamente escribir un bosquejo para predicar, sino simplemente para enriquecer su propia vida del mejor libro: La Biblia. No sólo desempeñó labores como primer diácono, también fue consejero del Distrito Sur; integró el equipo de liderazgo del comité nacional de la Junta General como consejero nacional; Comisión de ordenación de pastores, participando por muchos años de forma activa en la Junta General.
El año 2018, el alcalde de la comuna de Frutillar junto al consejo municipal reconoció su labor, la trayectoria de más de 60 Años al servicio de las personas y la comuna, siendo nuestro hermano Carlitos reconocido como el “pastor del pueblo”, un hombre presto a servir a los vecinos sin importar su condición.
Le ha Llegado el tiempo de ser padre, tío, suegro, abuelo y bisabuelo: disfrutar su familia, su mayor herencia. Hoy, su mejor pasatiempo sigue siendo sentarse en uno de sus sillones y continuar leyenda la Biblia, su Biblia scofieldl que está marcada y subrayada por las tantas predicaciones que preparó.