Esta tarde fría de domingo en Temuco, ha partido a la presencia del Señor el querido pastor Victor Parra Bouniot. Nuestras condolencias a su esposa Mirta, hijos y nietos. Por varios días luchó con el coronavirus, pero aquello no fue impedimento para testificar con el personal médico y pacientes.
Siendo joven, llegó al Señor en la Primera Iglesia de Temuco, por muchos años fue un vigoroso bombero y rescatista. De nuestro apreciado hermano Victor no olvidaremos su sonrisa afable y servicial; un siervo de Dios en su forma de vivir la vida. Su pasión evangelística le hizo conocido entre muchos, especialmente sirviendo en el ministerio de la carpa, donde sus dotes musicales eran usados para glorificar a Dios, junto a su esposa cantando en dúo compartían el mensaje del Evangelio. Por su servicio abnegado, la Alianza Cristiana y Misionera le reconoció como pastor ayudante, así fue como pastoreó las iglesias de Gorbea, Cunco, Quinta de Temuco y Calama; dejando en ellas huellas de su amor por Jesucristo.
A nombre de la Iglesia nacional, la Junta Ejecutiva saluda a su familia e iglesia, pidiendo que nuestro Dios, Padre de toda consolación, esté sosteniéndoles en su dolor.
“Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo. Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos”. (Romanos 14:7–9)
Por Junta Ejecutiva, un abrazo fraterno.