COVID-19 Y LA IGLESIA: ÚLTIMAS NOTICIAS EN LA ACYM CHILE

En las últimas 24 horas, los chilenos han visto que el coronavirus COVID-19 no es la gripe estacional de cada año. Es en serio. Es mortal. Se está extendiendo rápidamente y cambiará nuestra forma de vida, al menos por un tiempo.

Es así como uno de los mayores debate en las redes sociales este fin de semana ha sido sobre el nivel apropiado de preocupación por una interrupción significativa a largo plazo de las actividades eclesiásticas y cotidianas debido a la pandemia de COVID-19. Al respecto, sobre la propagación de la enfermedad nos afecta a todos, incluidos todos los que somos hijos del Señor y asistimos semanalmente a la iglesia. Frente a las medidas que debemos tomar hay algunos líderes que dudan en lo apropiado que es cancelar las actividades de adoración en nuestros templos. Lo que sí debemos saber es que hay precauciones actuales a tomar ante el coronavirus.

Muchas veces escuchamos a los predicadores hablar de los tiempos difíciles que se avecinaban, tiempos en que asistir a un templo iba a ser una dificultad, pues esos tiempos han llegado. Si usted o alguno de los miembros de su familia se sienten enfermos, o si se lo puede clasificar como de alto riesgo por cualquier motivo, permanezca en casa y únase a nuestros servicios de adoración en línea. 

Este es tiempo para recurrir a nuestros recursos bíblicos y espirituales. No se nos ha quitado nuestras Biblias, ni la posibilidad de adorar en los hogares, al parecer esto deberá ser nuestra fuente de ayuda espiritual por varias semanas por delante. Dios nos ayude a ser perseverantes, y que nuestros hogares sean nuestros templos, edifiquemos a la familia y atrevámonos a ofrecer nuestras oraciones y servicios a los vecinos.

Tómese el tiempo para pensar qué miedos actúan en su corazón y en su comunidad. Escríbalos y piense en la mejor manera de responder de manera constructiva y que glorifique a Dios. El miedo puede destruir nuestras vidas, o el miedo puede servir como un catalizador para impulsarnos hacia una forma más saludable de crecimiento.

De hecho, Pablo nos da el marco de cómo buscar esta claridad. Él nos anima a “no estar ansiosos por nada, sino en todo mediante la oración y la súplica con acción de gracias, que sus peticiones se den a conocer a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús” (Fil. 4: 6-7).

ACYM en Chile pide

Como Iglesia Nacional pedimos que se respeten en detalle los instructivos que las autoridades de gobierno y salud están indicando. Es posible que por la rápida expansión los comunicados vayan siendo cada vez más severos. No dudemos, por amor a nosotros y a los demás, en ser obedientes a todas las indicaciones.

Habrá lugares, donde nuestros templos puedan ser centros de ayuda comunitaria, no dudemos en tomar esas decisiones. Favor de que cada pastor esté comunicado con los Comités de Distritos respectivos frente a la marcha de este virus.  

Se pide que todos los programas masivos seas postergados y que evitemos reunirnos en el templo por algunas semanas.  Estas medidas pueden ayudar a que el virus no se distribuya de uno a otro.

Finalmente… 

Que el Señor nos ayude a todos; que la sangre de Jesucristo sea nuestra protección frente a la enfermedad. Que el Señor proteja a nuestros niños y hermanos adultos mayores, Que todos dependamos del Señor, y con nuestra disposición seamos de ayuda a una sociedad que lo necesita.

Recuerde, Dios es soberano y mantiene el control de todas nuestras circunstancias. “[Él] no nos ha dado un espíritu de miedo, sino de poder, amor y dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Estamos comprometidos a ejercer sabiduría, discernimiento, prudencia y precaución a medida que avanzamos juntos. Mientras tanto, la Palabra de Dios continúa recordándonos: “No te preocupes por nada; en cambio, ora por todo «(Fil. 4:6).  

Ahora animo a toda la familia Aliancista en Chile a orar por los que están buscando una respuesta, autoridades de gobierno y científicos. Estamos seguros de que el Señor les proporcionará la sabiduría que necesitan para tomar decisiones difíciles y medidas decisivas para proteger a los chilenos en todo el país. Al acercarnos a nuestro Padre en oración, recordamos las palabras que se encuentran en el Salmo 91, “Él es mi refugio y mi fortaleza: mi Dios; en él confiaré”.

En Cristo,

C. Iván Flores Hernández

Pastor Presidente de la ACYM Chile.

Temuco, 16 de marzo 2020

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