Como Alianza Cristiana y Misionera de Chile, el día 12 de octubre de cada año, se ha dedicado a que las iglesias saluden a sus pastores y pastoras; es un día que se ha denominado “Día del Pastor”. Éste es un evento maravilloso para cualquier pastor/a e iglesia. Apreciamos el interés de las iglesias en dedicar este día a su pastor/a. Es una nueva oportunidad para alentar y apoyar mejor su ministerio entre ustedes.
Los pastores son llamados a una ocupación única, con su propio conjunto de complejidades y demandas. El papel de un pastor o pastora parece nunca terminado, ya que él/ella da todo a la Iglesia: Él/ella puede sentirse solo/a, sacrificando el tiempo en familia, teniendo que desempeñarse a un alto nivel, con sus esfuerzos y necesidades, a menudo pasando desapercibidos, cuando en realidad a todo el mundo le gusta ser apreciado. Los pastores/as no son una excepción.
Los pastores/as son el regalo de Dios para la Iglesia, posiblemente son la respuesta a muchas oraciones y ellos mismos son sostenidos por la convicción de su llamado, cada uno en situaciones particulares. Al respecto, el teólogo John Calvino expresó una indicación y advertencia:
“Debemos aclarar que no todos son idóneos para el ministerio de la Palabra, puesto que se requiere para ello una vocación especial y que, aun quienes se sienten inclinados hacia el mismo, deben guardarlo de ejercerlo sin vocación”.
La ACYM ha tenido el privilegio de gozar y ser bendecida a través de esos hombres y mujeres llamados por Dios, que han sido fieles y perseverantes, especialmente en los tiempos de dificultades. Nuestra histórica Revista Salud y Vida nos dejó evidencias de la tarea pastoral de años pasados, mismas vivencias que hoy se viven en otra realidad. Nuestro relato dice así:
“… estuve hace poco en una casa pastoral donde hay teléfono y el pastor no pudo ir a descansar sino cerca de la una de la madrugada, y ya a las siete estaba de nuevo sonando el auricular” (“Día del Pastor”, pastor Braulio Raín, SyV octubre de 1984).
Aún con el cambio de los tiempos, el trabajo pastoral sigue igual de intenso, y demandante en todo aspecto. Que nuestras vidas manifiesten el amor, preocupación y cercanía al pueblo de Dios, donde quiera que éste se encuentre.
Por este intermedio, saludo a cada pastor/a y sus respectivas familias, reconociendo que en estos años de pandemia han sido las familias pastorales vitales en el sostenimiento de la vida de iglesia, por lo que este saludo tiene esa ampliación. Vaya para todos ustedes mis mejores deseos y pido para que cada día la gracia de Dios repose en ustedes.
Pastor Iván Flores H.
Presidente Nacional