Celebraremos por primera vez a nivel nacional, una jornada de oración y motivación por las vocaciones, especialmente pastoral.
Estimada Iglesia Alianza Cristiana y Misionera, un saludo fraterno a cada uno de ustedes, la gracia del Señor esté con nosotros, guiándonos y renovando nuestra visión en Su obra.
Los últimos meses han sido un desafío para todos, de seguro hemos sacado lecciones para nuestro presente y futuro. Como Iglesia Alianza Cristiana y Misionera, nos hemos esforzado por mantener y sustentar nuestra relación con el Señor. Gracias a la tecnología moderna y las redes sociales, los cultos y estudios bíblicos se transmiten en vivo a los hogares y la hermandad está en contacto con vecinos y amigos, llegando así a muchos que de la forma tradicional ya era una tarea complicada. Por supuesto que echamos de menos lo que llamamos presencial, como ser las visitas, los cultos, el trabajo, eventos musicales y otros. Hemos visto que el ajetreo que controlaba nuestras vidas no es tan dominante por ahora. Y sumando lo positivo, muchos han visto como el Señor nos ha otorgado más tiempo para reflexionar y así sintonizarnos con Dios y considerar lo que Él nos esté diciendo.
Dado que el pueblo de Dios ha recibido la gracia de diferentes dones y se le han confiado diversas responsabilidades, la situación actual brinda una oportunidad para hacer una pausa y reconocer nuestra dependencia mutua, nuestra responsabilidad de apoyar, alentar, desafiar y orar el uno por el otro.
La presente les hace recordar que, según nuestra agenda de trabajo, está consignado que el domingo 15 de agosto del 2021, como Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Chile, celebraremos por primera vez a nivel nacional, una jornada de oración y motivación por las vocaciones, especialmente pastoral.
Pedimos que aquel día sea celebrado por cada iglesia Aliancista en nuestros cinco distritos. Todo inspirado por la instrucción del Señor en los Evangelios de Mateo 9:38 y Lucas 10:2, en los que Jesús exhorta al pueblo a «pedir al dueño de la mies que envíe obreros para su mies». Que este Día de la Vocación Ministerial Aliancista nos una en la oración por los que actualmente disciernen y viven vocaciones al ministerio pastoral. Para que aquellos que el Señor está abriendo su corazón y mostrando la necesidad de su entorno, interpreten el llamado de Dios, animándolos y apoyándolos para responder a Su llamado.
Necesidad de pastores: Una necesidad presente.
Nuestra visión del ser pastor y nuestra actitud hacia este ministerio, están influenciadas por los pastores que hemos conocido; como Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Chile, tenemos una tradición ministerial por más de 124 años, comenzando desde Henry Weiss en 1897.
En la realidad de cada uno hay una historia ministerial particular. Puede ser que el pastor que ofició en su boda, el que le bautizó, el que estuvo con usted como una presencia de apoyo, sea su referente ministerial más inmediato. Los últimos dos años han sido tiempos difíciles para los pastores; todos se han visto afectados por los escándalos asociados con algunos líderes pastorales, a nivel nacional e internacional y también por la sobre carga producto del Covid-19. Ellos se están esforzando por mantener los más altos estándares de integridad en el ministerio, mientras continúan manteniendo a los integrantes de sus congregaciones en sus pensamientos y oraciones.
Nuestros pastores procuran la vinculación con nuestra gente. Esto les ha afectado de una forma muy particular en este momento en el que la visita a terceros está restringida por motivos de salud. Ellos han tenido gran alegría cuando la iglesia está feliz y celebra. Asimismo, se entristecen cuando sufre. Se esfuerzan, aunque a veces de manera muy imperfecta, por ser un recordatorio del hecho de que el Señor continúa viajando contigo a través de los lugares difíciles y los pastos más verdes del camino de la vida. Nuestro Dios a quien servimos, es uno que es acogedor, comprensivo, paciente, alentador y quiere lo mejor para todos nosotros.
El pastor, sin duda, tiene una vida exigente, pero también muy satisfactoria. Como toda vocación, tiene sus altibajos, alegrías y tristezas. En nuestra cultura actual, las personas experimentan presiones constantes, producto de: Clima competitivo, productividad en el lugar de trabajo, demandas educativas, etc. Con tantas situaciones que claman por nuestro tiempo y atención, es comprensible que el llamado de Dios pueda perder fácilmente su urgencia e incluso no ser escuchado. Mediante este Día de la Vocación Ministerial Aliancista ofrecemos una invitación para que muchos reflexionen sobre si Dios puede estar llamándolos a seguirle como pastores. ¡La mies es mucha! ¡El Señor les necesita, nuestra Iglesia les necesita!
Por tanto, animamos a toda la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera, a orar para que el Señor inspire a los jóvenes a escuchar y responder a Su llamado. De igual forma, que el Señor nos ilumine para inspirar a aquellos que expresan interés en una vocación al pastorado, y a su vez, les pedimos que mantengan a esa persona en sus oraciones. El pastor es aquel que irradia alegría, sirve a los demás, es un hombre de oración y hace un papel muy importante en la edificación del reino de Dios. En nuestra Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Chile, hemos sido bendecidos por nuestros pastores, que continúan respondiendo con generosidad y fidelidad a los diversos desafíos que todos enfrentamos en una cultura compleja y que cambia rápidamente, pero en realidad tenemos falta de más de ellos.
Damos gracias al Señor, porque los pastores son felices en su servicio a Dios y a Su pueblo, ellos cada día se comprometen con el pastorado y con el servicio involucrado. Frente a las adversidades, necesita conducción continua, como para tiempos de tormenta, en los que necesitamos raíces profundas. Al entrar en territorio desconocido, necesitamos dirección. Lo que nos da la fuerza para afrontar estas situaciones, es una familia amorosa, una congregación solidaria y la esperanza que genera nuestra fe en Jesucristo. Con esperanza en nuestro corazón, podemos afrontar el futuro con valentía, pidiendo por aquellos que guían a Su pueblo.
Que este día 15 de agosto, misma fecha en que nuestro Seminario Teológico Alianza celebra 100 años, el llamado y oración por hombres y mujeres al ministerio pastoral, demuestre que en cada Iglesia local el Señor aún sigue llamando y preparando a sus elegidos. Que la valentía llena de esperanza, junto con la fuerza y la alegría para entregarse al servicio del Señor, se haga evidente con la fe del pueblo de Dios que los apoyará.
Jesús, único pastor sin falta, el Buen Pastor, Jesucristo. Él es quien nos ha llamado, nos sostiene y desafía. Les pedimos que oren por sus pastores, para que nos acerquemos cada vez más a Él y seamos un recordatorio más fiel de Jesucristo para ustedes mismos.
Estimados pastores, enciendan a la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera con la humildad confiada de que existe una necesidad urgente de que el Señor levante a nuevos pastores para Su Iglesia. Para que muchos respondan con valentía y creatividad con un «¡SÍ!». Amén.
Por Junta Ejecutiva,
Pr. C. Iván Flores Hernández
Presidente Junta Ejecutiva
Pr. José A. Cárcamo Mardones
Secretario Junta Ejecutiva