Pastor Jorge Zúñiga: «La obra mas grande para todo pastor y hermano es estar en la presencia de Dios a través de la oración»

En la última Junta General de enero 2021 se realizó una ceremonia de despedida a pastores de la Iglesia Nacional que se acogieron a retiro. Uno de ellos fue el pastor Jorge Zúñiga, quien con más de 30 años de servicio pastoral y varias iglesias a su haber, fue un siervo que recorrió muchos lugares de la octava y novena región entregando la Palabra del Señor. 

Su ministerio comenzó en la ciudad de Los Ángeles el año 1988, además desde ahí debía pastorear las iglesias de Nacimiento y Laja que se encuentran cercanas. Durante los 32 años de su ministerio pastoral, sirvió además en la segunda Iglesia de Villarrica (Conquil, Huiscapi y Liquiñe); Arauco y Curanilahue;  Los Álamos, Contulmo, Temuco en el sector Villa Los Lagos, y terminó en Lautaro, tomando además los sectores de Aguas Frías, Los Temos y Vega Catricura.

Fueron muchas iglesias en las que pastoreó, y en medio de este servicio , él señala que una de las mayores bendiciones fue el nacimiento de sus 4 hijos, y su estadía en Contulmo por la buena relación con la congregación y con las autoridades (Alcalde y la comunidad), además por lo generoso que fueron los hermanos con su familia: sus hijos que eran niños. Señala además, que una de las mejores cosas fue haber sido sanado de cáncer en esa Iglesia. 

Otro de los momentos que recuerda como una experiencia difícil fue donde vivió una agresiva artrosis que lo dejó sin poder caminar por un tiempo breve, enfermedad que estuvo a punto de dejarlo fuera del ministerio. Sin embargo  esta dolencia no apagó su llamado de servir, y él reflexiona en su vida y las alegrías que se viven en el ministerio. “Hay un gozo y una paz interna al comprobar que obedecí al llamado del Señor y sentir su respaldo en los momentos difíciles. También la alegría de ver personas salvadas y restauradas por el Señor. La importancia del respaldo de la familia en el ministerio. Mi esposa Elba y nuestros hijos Jabes, Daniel, Salomón y Andrés».

El pastor Jorge Zúñiga dio los mejores años de su vida para servir al Señor, y hoy se retira después de haber cumplido su llamado, agradecido de la fidelidad de Dios en el pasado pero también en el futuro. Él enfatiza en la importancia de la devoción personal y familiar con Dios. “En estos tiempos más que nunca se ve que la Iglesia es un organismo vivo que a pesar de su estructura ha logrado adaptarse a la nueva realidad que nos planteó la pandemia. La obra más grande para todo pastor y hermano es estar en la presencia de Dios a través de la oración, la alabanza, la palabra en espíritu de adoración y convicción de la presencia manifiesta de Dios. El devocional personal y familiar es lo más necesario y sagrado. Me gustaría dejarlos con un versículo: «Mas la hora viene, y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren». Juan 4:23

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