Como una manera de entregar ayuda a todos los inmigrantes que han estado entrando por el norte a nuestro país y que, debido a la falta de oportunidades producto de la pandemia del coronavirus, han llegado a ciudades como Iquique y se han instalado a vivir con carpas en varias plazas de la ciudad, hermanos nuestros de la Alianza en Iquique decidieron unirse y comenzar a entregar ayuda a todas estas personas que han llegado, inclusive con familias completas, en busca de un mejor pasar en nuestro país.
El pastor Erwin Sotomayor, quien fue durante años misionero de la Iglesia Nacional y que hoy está viviendo en la ciudad como encargado del área misionera de la iglesia, nos comentó acerca de las ayudas que han estado entregando a estas personas: «La realidad acá es que han estado ingresando por Colchane muchos inmigrantes venezolanos, y de allí ellos se vienen a Iquique. El municipio instala a algunos de ellos en colegios, pero otros quedan a la deriva y se instalan en las calles y plazas. La iglesia local, motivados por el pastor Felipe Fierro, tomaron la iniciativa de ir en ayuda de estas personas que se instalaron en la Plaza Brasil, y nosotros como equipo misionero que estamos con el propósito de trabajar con los inmigrantes de la ciudad, nos hemos acoplado en este trabajo. Cada semana hermanos de la iglesia aportan con alimentos, hermanas vienen a cocinar a la iglesia y preparan los almuerzos. Llevamos estos almuerzos los días martes y viernes, además les llevamos agua (no disponen de agua potable), medicamentos, ropa a los niños y adultos, útiles de aseo, todas esas formas de ayudarlos».
La pandemia del coronavirus ha hecho que esta crisis de inmigración se agrave aún más, y que las personas que han entrado al país de manera irregular tengan muy pocos lugares donde habitar de manera momentánea, esto, tomando en cuenta que Iquique actualmente se encuentra en cuarentena y ha sido una de las ciudades de nuestro país que más se ha visto azotada con contagios por Covid-19.
«Realmente ha sido una bendición esa tarea, primero para ellos porque reciben ayuda ya que están en una situación de extrema necesidad, pero también ha sido una bendición para la iglesia porque sienten que Dios les llama a preocuparse del prójimo fuera de la iglesia, se sienten útiles. Las hermanas vienen con alegría a cocinar, los hermanos disponen sus vehículos para llevar los almuerzos, la gente inmigrante sabe que somos una iglesia que los está apoyando y lo agradecen. Podemos mostrarles el amor de Dios a través de estas acciones, la compasión es algo que el Señor nos enseñó a hacer y como misioneros a esta parte debemos también tener un corazón sensible frente al dolor de los demás. Ser las manos de Dios en esta tierra para socorrer al necesitado y al desvalido, así que ha sido una linda experiencia y esperamos continuar haciéndola con todos los resguardos que se necesitan para prevenir problemas de salud, pero hasta aquí Dios ha sido fiel», nos comenta nuestro Pastor Erwin.
Damos gracias al Señor por nuestros hermanos de Iquique por tan noble labor en entregar ayuda a quienes más lo necesitan en este difícil tiempo de pandemia.