Gran tristeza causó el fallecimiento de nuestro pastor Víctor Parra, que. debido a la pasión por el evangelio y las almas hizo de este siervo una persona muy amada en los lugares donde vivió y pastoreo tales como Gorbea, Cunco, Temuco y Calama, además de los muchos otros lugares que visitó con su ministerio.
Pero nuestro pastor Víctor no solo se destacó como siervo de Dios, sino que también como voluntario de Bomberos, formando parte durante muchos años de la Segunda Compañía de Bomberos de Temuco. A este lugar ingresó como voluntario el 7 de noviembre de 1964 y se mantuvo durante 27 años sirviendo de labores de cuartelero.
Por tal motivo, esta compañía de Bomberos, tras conocer de su fallecimiento, realizó un emotivo homenaje en las afueras del edificio bomberil donde voluntarios se reunieron para realizarle una despedida, tal como se hace a las personas que han marcado a la institución y a la compañía donde han servido. Esta ceremonia fue transmitida a través de las redes sociales de nuestra primera Iglesia de Temuco, lugar donde nuestro pastor Víctor sirvió durante muchos años.
Al respecto el director honorario de la Segunda Compañía, Fernando Suárez, tuvo palabras respecto al fallecimiento de nuestro pastor: «Es una gran pérdida cuando fallece un hombre bueno de corazón. Fue un gran segundino de corazón; lo conocí de teniente cuando ingresé a la compañía y después por muchos años de cuartelero. Un gran abrazo para toda su familia en estos momentos de pesar”, manifestó.
“Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo. Pues si vivimos, para el Señor vivimos, y si morimos, para el Señor morimos. Por tanto, ya sea que vivamos o que muramos, del Señor somos. Porque para esto Cristo murió y resucitó, para ser Señor tanto de los muertos como de los vivos”. (Romanos 14:7–9)