Médico de Concepción relata su experiencia al contraer Coronavirus: «Doy gracias a Dios porque estoy viva»

Carla Neira es hermana de nuestra Primera Iglesia de Concepción, doctora de profesión y se contagió de coronavirus. Como tantos otros trabajadores de la salud, nuestra hermana Carla -a pesar de protegerse y tomar todas las medidas sanitarias- contrajo la enfermedad y sufrió una neumonía que la mantuvo hospitalizada y la alejó de su familia. Aún así, en una transmisión realizada en el Facebook de la iglesia, compartió su experiencia y como Dios la ayudó:

«Producto de mi trabajo yo estuve aislada como desde el 25 de marzo en adelante de mi familia, todavía tengo a algunos de ellos encerrados y yo los he ido a ver ahora porque aún no estoy trabajando de vuelta ni he tenido contacto con pacientes. Pero hasta que yo me contagié yo no los vi más. O sea, entraba al patio y les hablaba por las ventanas, porque era de alto riesgo y no quería que se enfermaran. Desde que supieron que iba a estar en contacto con pacientes con covid se comenzaron a preocupar porque la verdad es que yo he sido siempre enfermiza y asmática, entonces todos estaban muy asustados. Me decían que pidiera licencia y desapareciera, pero yo decía ‘es que yo no estudié para eso’. Yo tenía todo armado para cuando me contagiara porque en algún momento me iba a fallar algo, pensaba yo, el cansancio o alguna cosa y había clara posibilidad de contagiarme. Si ustedes vieran el tipo de paciente que recibíamos, o sea harto aguanté».

La experiencia de nuestra hermana Carla es más compleja a la de otros, debido a un problema en particular que ella misma cuenta, recibió una carga viral muy alta del virus que hizo que solo en un par de días comenzara a sentir todos los síntomas que asociados. Ella misma lo señala en su testimonio:

«Cuando recibí la noticia de que me había contagiado fue bien terrible porque todos los que trabajamos en salud lo único que pedíamos es protegernos con una carga viral baja, y a mi se me desconectó una toma de oxígeno en la cara. El paciente que se desconectó se murió. Entonces cuando pasó eso, yo tomé todas las medidas y dije: «Tengo una semana para saber qué pasa». Eso fue un domingo y el miércoles ya me empecé a sentir mal: gripe, dolor de garganta, escalofríos y ahí pensé que ya fue. Avisé a mi jefe y al otro día me tomaron el PCR. Fue super rápido porque fue con una carga de viral alta. Yo sabía que no había contagiado a nadie porque soy super cuidadosa con estas cosas, así que resultó todas mis medidas pero fue bien terrible.  Me examinaron, me encontraron neumonía y me dejaron hospitalizada. Es complejo porque eso de no saber qué va a pasar y tu sabes a lo que puede llegar… o sea, estás preparado mentalmente, pero no quieres que te vean así. Yo sufría al saber que los demás estaban sufriendo por mí, eso me tenía preocupada».

Una de las cosas que más ha caracterizado al coronavirus es que es una enfermedad desconocida e indecisa y que los síntomas para algunos son más leves y para otros pueden ser muy graves. Lamentablemente hemos visto como hermanos de varias iglesias de Chile han fallecido producto de este virus, situación que, gracias al Señor, no fue el caso de nuestra hermana Carla, quien vio la mano del Padre sobre ella:

«La verdad es que uno sabe que la gente está orando por uno, se siente. Esa sensación de estar sostenida, de tener apoyo, de saber que no te dejarán… además que el Señor hizo milagros. Nadie sabe como yo no requerí oxígeno porque tenía una neumonía horrorosa. Debería haber estado intubada pero no me pasó nada. A pesar de todo lo largo que ha sido yo doy gracias a Dios porque estoy viva, no puedo pedir algo más».

Damos gracias al Señor por esta clase de testimonios, que fortalecen nuestra fe y nos anima a tener mayor confianza en nuestro Señor, poder tomarnos de su mano frente a estos momentos difíciles. Eso sí, el llamado es a ser responsables, cuidarnos y evitar contagiar a los demás, porque tal como señaló nuestra hermana Carla: «Nosotros somos responsables de nosotros mismos, Dios nos dio consciencia y somos responsables de nuestro cuerpo. No le podemos dejar todo a él, debemos cuidarnos y ser responsables.»

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