El milagro de la Promesa de Fe

Hermanos de diferentes ciudades de Chile se unieron al culto especial de la Promesa de Fe, dirigido por el director nacional de misiones, pastor Jorge Barra junto a un miembro del consejo de misiones, pastor Moisés Díaz, instancia que por primera vez, se realizó a través de una transmisión en vivo por redes sociales, y que permitió reunir a pastores y misioneros trabajando en el campo. 

El culto online trajo a la memoria los inicios de la promesa de fe y la manera en que Dios ha venido abriendo caminos desde los inicios, partiendo en el norte de Chile, una zona de gran necesidad. En este contexto se unieron a la conversación, el pastor Daniel Bontes y Billy Candia quienes sirven actualmente en las ciudades de Coquimbo y Copiapó, señalando la importancia que ha tenido la promesa de fe, colaborando económicamente en la extension del Reino de Dios, tanto dentro como fuera del país.

El pastor Daniel enfatizó la importancia de seguir sembrando el Evangelio en el norte de Chile: “No dejemos de pensar en el norte de Chile, estadísticamente hablando, la población del norte es la menos evangelizada, el porcentaje es bajo, no alcanza el 9%, el norte sigue siendo zona misionera y estratégica para que podamos establecer proyectos de plantación de iglesias”. Por su parte el pastor Billy Candia, apuntó a la necesidad de obreros y la importancia de cumplir la misión: “La invitación es ver en qué medida podemos ser evangelizadores, donde el Señor nos ha puesto, somos hechura de Dios, creados por Dios para buenas obras, no existe otro propósito más importante que hacer las obras de Dios”

“Como DNM reconocemos y hacemos todo nuestro esfuerzo en apoyar, colaborar y facilitar la tarea que nace en y desde la Iglesia local, como lo vemos en Las Escrituras y desde nuestra realidad nacional. No es el DNM que hace misiones, es la Iglesia Local que se abre al mundo no alcanzado respondiendo al mandato de Dios en Su misión”, señaló el pastor Jorge Barra, quien habló sobre el Área de Desarrollo y Transformación (ADT), que durante 30 años se ha trabajado en nuestra Iglesia Nacional con distintos protagonistas, y que tiene relación con la misión y servicio misionero en lugares estratégicos. Hoy, se ha potenciado en ministerios y proyectos en lugares cerrados y restringidos en la “Sexta Región”.

Participaron del culto también los misioneros Cristian Salgado y Erwin Sotomayor, sirviendo en Uruguay y Paraguay respectivamente. En cuanto al apoyo que la iglesia chilena ha prestado a nuestro país hermano de Uruguay, el pastor Cristian Salgado señaló: “La situación en Uruguay en la evangelización ha sido muy precaria con muchos costos, inversión económica y recursos humanos y aveces con pocos resultados, en esos procesos las personas tienden a frustrarse y no querer seguir avanzando, a pesar de todo eso, hemos visto como Dios ha permitido que la iglesia chilena aporte algo que ha sido fundamental”.  Por su pare, el pastor Erwin Sotomayor  habló sobre la trayectoria de su servicio en la misión en Ciudad del Este, señalando que también que “la tarea misionera no es fácil, hacer los proyectos, encontrar personas dispuestas, levantar recursos para ejecutar esos proyectos, nada es fácil, pero lo grande de todo esto es que los proyectos no son nuestros, no los forjamos nosotros, sino que son de Dios, nacen del corazón de Dios y a su tiempo él nos los presenta y depende de nosotros si lo tomamos o no lo tomamos”.

El culto finalizó con la participación de nuestra misionera Sara Arriagada, además de la exhortación de la palabra realizada por el misionero E.I. basado en 2 Corintios 8.1-5 “Porque yo testifico que según sus posibilidades, y aun más allá de sus posibilidades, dieron de su propia voluntad, suplicándonos con muchos ruegos el privilegio de participar en el sostenimiento de los santos;  y esto no como lo habíamos esperado, sino que primeramente se dieron a sí mismos al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios”. Concluyendo que, como Iglesia Nacional, somos fruto de la generosidad de nuestros hermanos que dieron para que el avance de la obra del Señor se diera en el mundo.

Un bello tiempo que contó con la participación de alrededor de 300 hermanos conectados de nuestras iglesias a lo largo del país.

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