Tener una agenda nos puede ayudar a organizarnos, a unos más que otros. Cada día enfrentaremos una realidad que desconocemos, por ello las páginas de nuestras programaciones son un misterio, porque la vida es incierta. Vivimos en una época que tiende a socavar cualquier pretensión de verdad por temor a ser divisivos o intolerantes.
El contexto de nuestro lema es desafiante, por así decirlo. Una de las cosas que es desafío diario, y nos impulsará a nuestro lema, es lo que Pablo aboga; ‘hablar la verdad en amor’ (Efesios 4:15). En otras palabras, nuestro testimonio de la verdad está basado en una profunda humildad de vivir buscando la gloria de Dios, como hechuras de Él, y así nos mantendremos “creciendo en amor y nuevas fuerzas”.
El texto también describe la obra que Dios nos llama a hacer: Equipar a los santos para la obra del ministerio, edificar el cuerpo de Cristo, ayudar a las personas a llegar a ser más como Jesús. Equipar implica formación. Esto es lo que nuestro Seminario Teológico Alianza ha realizado en el transcurso de sus 100 años que este año celebramos. Recordemos que tanto el equipamiento como entrenamiento son una parte indispensable de los ministerios de educación cristiana y formación espiritual de una Iglesia.
Equipar es más que entrenar. Equipar se trata de restauración y curación. La palabra equipar en nuestro texto proviene de una interesante familia de palabras griegas que describen, entre otras cosas, el reestablecimiento de huesos rotos durante la cirugía, el proceso de la curación y el trabajo para la rehabilitación.
Esta misma familia de palabras aparece en el relato del Evangelio de Mateo sobre el llamado de Jesús a los pescadores galileos para que fueran sus seguidores. Cuando Jesús invitó a Santiago y Juan a la aventura del discipulado, estaban «en la barca con su padre, remendando sus redes». (Mateo 4:21.) Remendar y equipar están relacionados, lo que significa que equipar es volver a tejer los bordes desgastados de la vida; reparar el quebrantamiento en lugar de anular lo quebrado; y, restaurar en lugar de descartar lo destrozado. El Señor nos dé muchos días para ayudar a las personas a confiar a pesar de lo que les ha hecho la vida, en amor dando nuevas fuerzas para que ellas puedan volver a ser útiles. Esta comprensión de equipar implica una dimensión crucial de sanación y restauración.
Todos en el transcurso de este año 2021 tendremos experiencias que nos desgarrarán; todos tendremos momentos en los que la fatiga o el fracaso nos tentarán a rendirnos. Ciertamente, lo que necesitamos para cada día es gracia y misericordia, renovación y confianza. Necesitamos saber que siempre es posible empezar de nuevo.
Ninguno de nosotros está completamente unido, intacto y completo sin amor. Pero por la gracia restauradora de Dios y con el ánimo de los demás, lo podemos lograr. Somos parte de la Alianza Cristiana y Misionera, y en ello somos llamados a la unidad, ser parte de una cadena unida con muchos eslabones.
Por lo anterior, vivamos nuestro lema:
“Creciendo en amor y nuevas fuerzas” (Efesios 4:16, TLA)
Pastor C.Iván Flores H.
Presidente Nacional