Los comienzos de la Iglesia en Providencia

El texto de Salud y Vida de agosto de 1938 nos relata: “En 1910, la familia Weiss fue a Santiago para abrir una obra”. Se fueron a Santiago “instados por el Reverendo Alberto Benjamin Simpson, que en ese año nos hizo una visita oficial. Se trasladó a Santiago para establecer allí una estación misionera, contando ya con un grupo de nuestros hermanos que lo esperaban con sumo interés.”

Lo acompañó un equipo de trabajo de carácter internacional; el pastor Vital Sanhueza, Guillermo Krauss y Ana LeFevre.  Un informe escrito por Weiss para la conferencia anual del 7 enero de 1913 expone: “En cuanto a la obra tengo que decir que en Santiago no hemos alcanzado lo que esperábamos por causa de mi salud y por falta de recursos. Tuvimos muy buena acogida, pero el diablo se ha metido en algunos miembros, lo que trajo mucho escándalo sobre la iglesia. Hemos sufrido por estas debilidades de los hermanos; nuestra asistencia es de 40 a 50 personas. Creo que hay una buena oportunidad para hacer una buena obra en Santiago. La oposición del enemigo se ha aumentado con mucho celo de parte de los curas romanos. Tenemos algunos hermanos que son muy espirituales.”

La obra aliancista en Santiago no se limitaba en esos años a levantar una iglesia con cultos y escuela dominical en forma regular. Ana LeFevrem junto a la hermana, Francis Bechler, se establece con una casa para niños huérfanos que se ubica en la calle Francisco Lobos (hoy calle Arauco) en Santiago. Allí levantan una escuela para niños y un Kindergarten en octubre de 1912, con una asistencia de 25 niños matriculados. Gracias a este trabajo realizado nace una escuela dominical y una reunión de oración donde algunos padres participan.

Podríamos haber esperado un mayor crecimiento de la obra aliancista en la capital, si los esposos Weiss no hubieran tenido que dejar sus labores en 1914 por las exigencias administrativas en el Sur, regresando a la ciudad de Victoria. La obra en Santiago entonces quedó en manos de los pastores Oyarzún (Dionisio Oyarzún primero y después a Arturo Oyarzún).

Entre los años 1916 y 1939 existe un vacío de presencia aliancista en Santiago, con un pequeño avance y retroceso en el año 1921.

Desde 1930 en adelante comenzaron a emigrar las primeras familias aliancistas a Santiago, buscando nuevas oportunidades laborales y académicas, congregándose en otras iglesias que los cobijaron.

Es entre 1935 y 1936 cuando se produce un mayor traslado de familias aliancistas hacia Santiago. Estos hermanos y hermanas traían la inquietud de reunirse y hacer vida eclesial, pero sin perder los principios y la doctrina de la Alianza Cristiana y Misionera. Vitales en esta tarea fueron los hermanos Ricardo Ortiz y Elba Urrea, quienes no escatimaron sacrificios para lograr su meta, reuniendo a los aliancistas que llegaban del sur de nuestro país. Los primeros servicios se realizaron en la casa del pastor jubilado Inocencio Gómez y luego en otras casas de hermanos y hermanas, llegando a reunir a treinta y cinco miembros en plena comunión. En ese momento crucial fue que invitaron al pastor Wilfred Diener a presidir una asamblea, la que se realizó en calle Purísima 267, Recoleta, en la casa de los hermanos Carlos y Laura Grosmann. En dicha asamblea, llevada a cabo el jueves 12 de octubre de 1939 se redactó el Acta de Organización de la Primera Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Santiago, publicada en la revista Salud y Vida el 10 de nov de 1939

Al año siguiente y en paralelo, en calle Sierra Bella 1517, comuna de Santiago iniciaron también reuniones familiares con otros matrimonios aliancistas llegados del sur los hermanos: José Jenaro Rivas Bahamondes y su esposa Isolina Ramírez. Fueron asistidos por el pastor Ricardo Ortiz.

Al poco tiempo la casa familiar se hizo pequeña y se arrendó un lugar en calle Lira esquina Miguel León Prado, donde comenzó a funcionar como local de reuniones y cultos hasta 1945. Durante 5 años permanece la Alianza en este local donde fue ampliamente conocida.

Cuando se trasladaron al templo de Santa Isabel 0312, muchas iglesias libres acompañaron con sus instrumentos la mudanza, esto causó un impacto en el vecindario, que por primera vez veía entrar a un templo presbiteriano instrumentos de cuerda.

A partir de 1945 la misión presbiteriana comienza a vender sus templos y el misionero Carlos Volstad gestiona la compra de uno de ellos. Luego de una larga negociación, se realizó la compra por $250.000 pesos, incluyendo las bancas, un armonio (cedido a préstamo a la la iglesia de Lo Prado) y cuanto implemento había en el templo. De esta manera la Misión ACyM cumplió con la iglesia de Santiago ofreciéndoles un templo digno donde se pudiera alabar al Señor con libertad.

El primer pastor enviado por la misión fue Federico Oschileswky, recibido como pastor en 1941, quien había pastoreado en la iglesia de Victoria y el Salto de Púa.

En el mes de abril de 1956, el recién egresado pastor Manuel Gatica, comienza su ministerio entre nosotros. El joven pastor Gatica impulsó mejoras institucionales y en la infraestructura. En este tiempo se dieron los primeros pasos para la futura iglesia de Valparaíso. En 1964 el pastor Gatica junto con su esposa e hijos viajan a Lima para continuar con su ministerio pastoral en ese lugar.

Después de un año sin pastor, en el año 1965, la iglesia recibe al pastor Auilín Vilches Lastra junto con su esposa Adriana desde Puerto Montt. Fueron 13 años de una fructífera labor. Es de notar, que lo primero que se organizó fue la recolección de fondos para construir la segunda Iglesia Alianza en la comuna de La Cisterna, reforzando una visión claramente evangelizadora.

Los misioneros Domingo Amstutz y esposa Ruth se establecieron en Santiago, con la visión de expandir la obra Aliancista en nuestra capital. El hno. Amstutz rompe con el paradigma de no aventurarse en Santiago. Desde Weiss en 1914, la Misión no consideraba a las masas de la capital, como un campo misionero. Durante años, los esfuerzos se habían concentrado en las regiones del sur de nuestro país. La incansable insistencia del hno. Domingo en expandir la obra aliancista en la capital tiene su respuesta: Forman una dupla junto al pastor Vilches, un motor multiplicador que en un periodo de 13 años da como fruto 7 iglesias.

Esta visión multiplicadora sigue intacta en nuestra iglesia que, después de organizar la Iglesia de Lo Prado,actualmente cuenta con una congregación hija, ubicada en la comuna de Quilicura, que nace en 2008 y cuyo pastor encargado, a partir del 2011, es el pastor Jaime Soto Menjíbar

Con el pastor Manuel Lantaño se comienza con la idea de restaurar el viejo templo, de Santa Isabel, esquina Crédito; pero surge un nuevo problema: viene el ensanche de la calle Santa Isabel, razón por la cual se consideró no conveniente realizar nuevas construcciones. Se suma a esta complicación que el 3 de marzo de 1985 hay un gran terremoto, y nuestro templo sufre grandes daños, quedando totalmente destruido. Se levanta algo provisorio, pero inmediatamente se inicia la búsqueda de un nuevo sitio donde construir un templo apropiado. Se concreta la compra de un antiguo taller mecánico ubicado en Av. Gral. Bustamante 60.

En 1986 se realiza una ceremonia colocándose la primera piedra de la construcción. La inauguración del nuevo templo se realiza el 20 de marzo de 1988.

Llegados a este punto, no se puede dejar de mencionar a los misioneros que sirvieron entre nosotros. Recordamos con gran afecto a los hermanos: Ricardo Koskela y familia, cuya silenciosa ayuda para conseguir fondos para nuestro templo fue invaluable. Guillermo y Patricia Hall, cuyo esfuerzo en la formación de la Academia Bíblica ha tenido repercusiones insospechadas. Miguel y Linda Strecker

Luisa Franklin, Carlos y Geny Woehr, de honorable memoria entre quienes los conocieron, por su cercanía a la iglesia chilena.

Entre los pastores que sirvieron en esta comunidad, recordamos también con gran afecto a:

1.-Federico Oschilewski 1941-1955;

2.-Manuel Gatica 1956 – 1964;

3.-Aulín Vilches 1965- 1978,

4.-Víctor Maldonado 1979 -1985;

5.-Manuel Lantaño 1986 -1987;

6.-Apolinario Paillamilla Pichinao. 1988 – 1995, formando equipo con: Roberto Parada 1993 – 1994,Germán Vásquez 1994-1996;

7.-Juan Sanhueza. 1995 -1998;

8.-Luis Arriagada Soto (como pastor titular) 1999 – 2014 formado equipo pastoral integrado por: Ricardo Vásquez Matús (2001), Patricio Gómez Muñoz en dos períodos 2000 – 2001 y 2007 -2013, Jaime Soto Menjibar (2010), Ana Figueroa Torres (2010 – 2012), María Eugenia Ortega Loyola (2011) y Javier Ortega Badilla (2012).

En el año 2014, el pastor Javier Ortega Badilla es elegido pastor titular de la iglesia, y el pastor Luis Arriagada se acoge a retiro, luego de 40 fructíferos años de ministerio.

Hay dos elementos que se debieran rescatar de esta sucinta reseña de la iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Providencia. En primer lugar, nuestra iglesia nació con la conciencia de tener un rol que cumplir en la ciudad de Santiago, capital de Chile. Dicho rol, que en un principio se entendió como la plantación de nuevas iglesias en diferentes lugares de la ciudad, hoy se ha desarrollado hasta convertirse en una visión que motiva a cada hermano y hermana a un servicio comprometido con el reino de Dios en las más diversas áreas de la sociedad.

En segundo lugar, nuestra iglesia tiene en su ADN la capacidad y la disposición a adaptarse para practicar su fe en las circunstancias más diversas que nos corresopnda vivir. Las catástrofes naturales, políticas y eclesiales, vividas a lo largo de la historia de esta comunidad, no han hecho sino moldear un carácter, una forma de ser iglesia que está lista para vivir la fe, con un compromiso igual de profundo, en los nuevos escenarios por donde el Señor nos está llevando.

El actual equipo pastoral, presidido por el pastor Javier Ortega Badilla, está formado por la pastora María Eugenia Ortega Loyola, y los pastores, Ricardo Vásquez Matus, Jaime Soto Menjibar y Rudy Jara Jara, quien se integra al equipo en marzo de 2015. Estos pastores, junto con los diáconos y diaconisas: Pamela Martínez, Nanette Duffau, Gabriela Madariaga, Bárbara Espinoza, Simone Furniel, Carlos Korzanowski, Roberto Moya, Gerardo Cifuentes, Guillermo Alcántara,  Sergio Sepúlveda, Hugo Lenta y Patricio Retamal, quienes conforman el actual Consejo Ministerial, coordinan la marcha de la iglesia, buscando ser, no la iglesia que queremos, sino la que nos corresponde ser, dados los tiempos que Dios nos permite vivir. Esto se hace con plena conciencia de que, en estos 80 años, unos plantaron y otros regaron, pero el crecimiento lo ha dado, y lo seguirá dando, el Señor.

A Dios sea la gloria,

Amén.

 

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