Cuidando la salud mental en tiempos de pandemia

La investigación “Termómetro de la salud mental en Chile ACHS-UC“, realizada por la Universidad Católica y la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), publicó en agosto de este año que un tercio de los adultos en Chile manifiesta problemas de salud mental en la pandemia, peor ánimo que antes, más dificultades para dormir y sensación constante de agobio y tensión. En esta situación, las mujeres se han visto más afectadas que los hombres, confirmando que esta crisis no es solo económica, sino también emocional y además masiva. Las mujeres tienen más carga al conciliar vida, trabajo y familia, lo que también impacta en su salud mental.

Por otro lado, el Observatorio del envejecimiento (2020) investigó sobre las diferentes vivencias que han tenido los adultos mayores en esta crisis sanitaria, encontrando resultados que apuntan a sentimientos de melancolía, temor, molestia, entre otros. No obstante, un grupo de ellos es capaz de ver en toda esta situación una oportunidad para retomar antiguas amistades y/o sentirse más valorados por sus familiares, quienes ahora se preocupan constantemente por ellos.

En este sentido, es importante vislumbrar la estrecha relación que existe entre la psicología y la salud mental, comprendiendo que, etimológicamente, “psicología» proviene del griego psico o psykhé, que significa ‘alma’, ‘psique’ o ‘actividad mental’, y de logía, que significa ‘estudio’ o ‘tratado’. Por lo tanto, la psicología se preocupa del estudio y bienestar del alma.  Entonces, si la salud mental es homologable a la salud del alma, no debe sorprendernos que la psicología como disciplina pueda aportar herramientas que promuevan la salud de la persona, pero jamás, ser suficiente en sí misma.

Como seres creados por Dios, tenemos un cuerpo, alma y espíritu, lo cual nos conforma como seres integrales, por lo cual, cuando una de estas áreas se afecta, inevitablemente las otras se resienten.

Recordemos que en el alma residen nuestras emociones, pensamientos, voluntad, y eso por eso, que durante esta situación de Pandemia cada persona de acuerdo con su contexto sociofamiliar, se ha sentido de diferentes formas: estresada, aislada, solitaria pero conectada por redes sociales, motivada hacia nuevos aprendizajes, agradecida por retomar relaciones de amistad o familiares, melancólica, etc.

Sin embargo, debemos recordar que la Palabra nos alienta a buscar y cuidar el propio bienestar emocional, así como el de mi prójimo, lo cual podemos relacionar con diferentes versículos:

  • Autocuidado, Proverbios 4:23 NVI

  • Cuidado hacia otros que pasan necesidad espiritual, 1° Pedro 1:22 NVI

  • Cuidado hacia aquellos que tienen sobrecarga emocional, Colosenses 3:12-14

Por estos motivos, es que se hace necesario comprender que independiente de las circunstancias, Dios siempre nos dará la oportunidad de que todo cuanto ocurre nos ayude a bien, pero siendo enfático en que nos cuidemos. Aquí, planteo algunas ideas de cómo podemos favorecer el Autocuidado:

  • Dándome tiempo para la autoobservación de mis conductas y sentimientos. Pidiéndoles a Dios dirección para realizar los cambios que sean necesarios.
  • Buscando tiempos y espacios dentro de mi día a día (o semana) en los que me “regalonee”, descansando, comiendo algo rico, leyendo, disfrutando con la familia, etc.
  • Poniendo especial atención a las cosas que día a día veo y escucho (no estar hiperalerta).
  • Poniendo cobertura espiritual a través de la oración.

En cuanto a la forma de ayudar a los demás, todo dependerá de nuestras posibilidades y lo que Dios ponga en el corazón, pero recordemos que la gracia y amor de Dios es multiforme, por tanto de alguna manera podemos ser de bendición a otros. Algunas cosas prácticas que puedo hacer:

  • Hablar siempre con honestidad, no disfrazar mis emociones.
  • Pedir ayuda si es necesario; no creer las mentiras de Satanás respecto de “ser una carga para otros” o “pensar que ya no puedo ser de bendición”.
  • Si no me dificulta usar la tecnología, a utilizarla!!. Llamar a otros e incluso, si sé realizar Video llamadas, animar a mis amigos o hermanos a aprender.
  • Pensar positivo!! Es normal sentirnos tristes o cansados de esta situación (a todos nos pasa) pero confiemos en la Soberanía de Dios y fidelidad de Dios.

REFERENCIAS:

Universidad Católica y Asociación Chilena de Seguridad [ACHS] (2020). Investigación “Termómetro de la salud mental en Chile ACHS-UC“, El Mercurio, Chile.

Observatorio del envejecimiento (2020) Documento: Personas mayores en contexto de pandemia y aislamiento social. Chile

Escrito por Karen Yagode, expositora Conferencia UFA «Cuidando el corazón de la mujer»

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