Considerado como uno de los grandes predicadores bíblicos del siglo XX, el Dr. D. Martyn Lloyd-Jones fue entrenado como médico y durante toda su vida leyó ampliamente teología, biografías cristianas y medicina. Según su hija Elizabeth, un Libro en particular se destacó como el favorito de todos los tiempos: la Biblia. Para Lloyd-Jones, la Biblia era pan para su alma, un libro para devorar.

Lectura sistemática de la Biblia

Tome la iniciativa de leer la Biblia mediante un plan. ¿Cuáles son algunas de las ventajas de una lectura sistemática de la Biblia? Muchos cristianos nunca han leído toda la Biblia, aunque profesan aceptar las Escrituras enteras como inspiradas por el Espíritu Santo.

El apóstol Pablo nos recuerda: «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y es provechosa para la doctrina, para la reprensión, para la corrección, para la instrucción en la justicia, para que el hombre de Dios sea completo, enteramente equipado para toda buena obra» (2 Timoteo 3:16,17).

Tener un plan de lectura bíblico evitará perder el tiempo preguntándose qué leer y también ofrece muchas oportunidades para que los miembros de la familia y la iglesia compartan ideas de su lectura común de la Palabra de Dios.Las siguientes precauciones en la lectura sistemática de la Biblia son interesantes de considerar:

1. Cuidado con el formalismo sin vida, donde estás leyendo la Biblia solo para cumplir una obligación religiosa. Lea con un corazón meditativo y receptivo.

2. Cuidado con una actitud de justicia propia. No te consideres más virtuoso, piadoso, que los demás simplemente porque estás siguiendo una lectura sistemática de las Escrituras.

3. Cuidado con la lectura descuidada de las Escrituras. Vea cada lectura de las Escrituras como una reunión personal con el Infinito, escuchando atentamente Su Palabra.

En estos días de pandemia global es de mucha alegría saber que innumerables cristianos en todo el mundo están buscando ser llenos de la Palabra de Dios.

¡Esto tendrá un gran resultado!Recordemos que toda la Biblia testifica de Jesús (cf. Juan 5:30).

Lea la Biblia para conocer a Aquel que es la vida eterna (Juan 17:3). Pero, tenga cuidado con el formalismo frío, la justicia propia y la lectura descuidada, pero al mismo tiempo tenga la convicción según las palabras del profeta Jeremías:

«Cuando descubrí tus palabras las devoré;
son mi gozo y la delicia de mi corazón…”
(Jeremías 15:16 – NTV).