Una nueva modalidad para seguir adelante en obediencia a Dios y en búsqueda de conocimiento de Cristo en medio de la pandemia.
Debido a la situación mundial y nacional de pandemia, muchos han debido reorganizarse en sus estudios y trabajos. No hubo más opción que adaptarse a las medidas de prevención para evitar el contagio del Covid-19. Fue así como el Seminario Teológico Alianza tuvo que adaptarse a la modalidad online, impartiendo sus clases de forma “telepresente”. Conversamos con alumnos de diferentes sedes de Chile, para conocer sus vivencias en estos tiempos.
En la sede de Santiago contactamos a Joaquín Muñoz, estudiante de tercer año, quien decidió dedicarse en tiempo completo a estudiar teología. Joaquín nos cuenta que considera positivo esta modalidad, porque “es dinámica y útil, nos permite seguir estudiando, dialogando y debatiendo por medio de salas en zoom. Los estudios han sido una herramienta que potencia la vida espiritual, al haber espacios de reflexión y de oración. Esto también ayuda a adquirir un servicio más comprometido”. En cuanto a las dificultades que ha enfrentado debido a la modalidad virtual es “la complicación ha sido el ruido que hay en mi casa, ya que algunos realizan teletrabajo y esto dificulta mi concentración. Extraño no poder estar presencialmente para compartir con mis compañeros y conversar mientras nos tomarnos un café en el recreo”.
En tanto, de la sede de concepción, nos contactamos con Alex Moscoso, quien está cursando su primer año de estudio y además de trabajar en gendarmería, que ha seguido de forma cotidiana a pesar de la pandemia. Al comenzar esta nueva experiencia ha debido compatibilizar sus tiempos de familia, trabajo y estudios. Recalca que se siente muy agradecido de poder contar con su esposa, “Ella es de gran ayuda para lograr realizar mis estudios, ya que tengo dos hijos pequeños y ella me ayuda pasando tiempo con ellos mientras yo me dedico a estudiar”. Nos dice que estudiar para él es una oportunidad para aprender a leer la biblia y también aprender a enseñar, además destaca a los profesores, a quienes considera, enseñan con dedicación y amor al Señor, algo que él ve como un ejemplo a seguir.
También hablamos con Paulina Salas, abogada y estudiante en la sede de Temuco. Nos cuenta lo inesperado que fue para ella estudiar vía online, ya que creyó que este, su último año podría pasar más tiempo junto a sus compañeros. Nos dice que extraña sus prácticas presenciales: “sin duda extraño saludar a los hermanos después de un culto y conversar con ellos, lo cual es fundamental para establecer lazos de amistad y hermandad. Pero rescato el hecho de poder contactarme, aunque sea por redes sociales o zoom”.
Por otro lado, nos cuenta que la modalidad virtual es una medida responsable ante la situación país. Nos dice que los espacios virtuales les han permitido contactarse con personas de ciudades muy lejanas, como lo fue en el periodo de aulas abiertas, en donde participaron hermanos de zonas extremas del país. Considera que los estudios le han dado herramientas técnicas para impartir clases dominicales y para servir en iglesias locales, también nos dice que “estudiar es enriquecedor, porque permite ayudarse mutuamente entre hermanos. También ha sido emocionante, porque Dios te habla a través de su palabra”.
Es así como cada estudiante ha decidido estudiar para continuar aprendiendo, a pesar de sus propias dificultades, pueden destacar lo bueno que es la oportunidad de seguir estudiando por medio de la tecnología. Finalmente, no deciden solo estudiar sino obedecer a quien los llamó.