El grupo de jóvenes de nuestra iglesia en Angol, novena región, llevó a cabo la visita a un hogar de ancianos llamado «Casa de reposo Refugio Emaús». En la actividad la JEA pudo compartir con 8 adultos mayores que viven en el lugar, conversando y entregándoles un presente y una colación para que pudieran disfrutar.

Carla Vira, presidenta del grupo de jóvenes llamado «Dunamis», nos comentó un poco más sobre esta bella actividad llevada a cabo por la JEA:

«La estructura de la actividad consistió en saludar y conversar con cada uno, para lo que se dividieron en grupos, además de entregarles a cada uno una colación: helados con galletas obleas, selladitos y jugo. La colación se consultó con la encargada del lugar previamente. Cantamos además 2 alabanzas, hicimos una dinámica creada por los jóvenes que consistía en que adivinaran el olor de una hierba o condimento con los ojos cerrados, por ejemplo vainilla o menta. Y se finalizó con una breve reflexión y un tiempo de oración por el lugar, además de entregarles un regalo a cada uno».

Para estos chicos angolinos, su intención y desafío es poder este año realizar visitas más seguidas y aportar al lugar con útiles de aseo u otras cosas que puedan cubrir las necesidades del lugar y de las personas.

«Mencionar que esto fue un desafío para nosotros, ya que es la primera vez que hacemos este tipo de actividad, pero era una inquietud que teníamos desde hace algún tiempo, poder como iglesia y específicamente como grupo de jóvenes realizar este tipo de obra social y mostrar el amor de Dios de esta forma a quienes lo necesitan fuera de la iglesia. Con ayuda de una hermana de nuestra iglesia pudimos contactarnos con este lugar, en el cual también hay mucha necesidad, ya que las personas que acogen están en una situación de abandono, por lo que nos comentaba Yesenia (asistente social encargada del lugar), y llevaban bastante tiempo sin recibir algún tipo de visitas en este tiempo de verano, las últimas fueron en diciembre para tiempo de navidad«, nos comentaba nuestra hermana Carla.

¡Gracias Dios por el anhelo que pones en nuestros jóvenes de ayudar a quienes lo necesitan!