Como una forma de inculcar la música en adolescentes y jóvenes, nuestra primera iglesia de Talca ha llevado a cabo una interesante iniciativa denominada «Proyecto S33:3» (haciendo referencia a Salmos 33:3), una escuela musical de verano enfocada en durante 2 semanas a enseñar distintos instrumentos musicales a jóvenes de la iglesia interesados en aprender.
Felipe Godoy es profesor de música y encargado de este interesante proyecto. Conversamos con él y nos contó acerca del propósito de esta interesante actividad musical: «La escuela de música de verano tiene como fin motivar y dotar a jóvenes y todos quien quiera sumarse a desarrollar los talentos y habilidades que Dios le ha dado para servirle en amor y dedicación. Cada día consta de un devocional, clases de teoría musical, clases grupales de instrumento y ensamble, o sea, ensayo de canciones».
En sí esta escuela musical de verano consta de un profesor de piano y un ayudante, un profesor de batería y un ayudante, un profesor de guitarra y uno de bajo. Todos hermanos de la misma congregación de Talca.
¿Por qué surgió la idea de una escuela musical? Nuestro hermano Felipe nos comenta que «como ministerial musical trabajamos en torno a objetivos e indicadores. Eso nos reveló que una parte débil era la formación de nuevos músicos. Decidimos crear esta academia con el fin de proyectar un trabajo durante el año, observar quienes tienen interés por aprender y habilidades».
Son 4 los pilares en los que se basa esta iniciativa: excelencia, creatividad, alabanza y adoración. Algo señalado por los propios hermanos y que les ha permitido llevar esta iniciativa a cabo con mucho éxito.
Esperamos que Dios sea de bendición para las vidas de los jóvenes que participaron y quisieron aprender a tocar instrumentos musicales para ser aporte en el area de la alabanza en la iglesia. Pues tal como nos comenta nuestro hermano Felipe: «Confiamos que esta iniciativa motive a las nuevas generaciones a alabar y adorar a Dios, reconociendo los talentos que Dios ha puesto en sus manos».