Aprovechando el tiempo de navidad, jóvenes de nuestra iglesia de Iquique aprovecharon una tradicional campaña que realiza por estas fechas correos de Chile, de poder mostrar al público cartas con deseos escritas por pequeños, y en base a esto escogieron dos para poder ayudar y cumplir un anhelo navideño.
Conversamos con la presidenta de la Jea, la hermana Lidia Gutiérrez, quien nos contó más sobre este especial momento de navidad: «Esto nosotros lo hicimos el año antepasado y el año pasado la volvimos a repetir. Se trata de ir a correos de Chile, ya que hay una campaña donde gente deja sus cartas públicas para que la gente las lea y pueda ayudar. Nosotros fuimos y tomamos 2 cartas que eran de niños de Alto Hospicio y que pertenecían a la misma familia. Ellos viven en una ex toma, en una casa bastante humilde, y ellos eran parte de una familia de 9 personas y de super escasos recursos».
De hecho, uno de los pequeños tenía una trágica historia a su haber, una que fue alegrada por los jóvenes iquiqueños que llegaron hasta su hogar.
«Uno de los niños cuando tenía 4 años tuvo un accidente, un auto lo atropelló, él quedó en coma un tiempo y después de eso el niño tuvo que ingresar a la Teletón porque tenía problemas de movilidad. Y resulta que con el paso de los años a raíz de eso, el niño ha quedado repitiendo porque los tratamientos lo han hecho quedarse atrás. Entonces nosotros leímos su carta, el niño explicaba que no tenían para una cena navideña, entonces él pedía eso y ropa para el verano. Así que nosotros juntamos recursos, hablamos con hermanos de la iglesia y de esa manera hicimos una canasta familiar bien grande con comida que pudiésemos llevar, además de cosas para la casa. Se la llevamos en una caja, y aparte de eso con algún dinero que juntamos pudimos comprarle ropa y un regalito para cada uno de sus hermanos», nos comenta Lidia
La actividad ocurrió el pasado 23 de diciembre, y los jóvenes fueron hasta el hogar de los pequeños con ayuda de hermanos de la iglesia. Además de los regalos, la instancia también permitió que se les pudiera hablar del Señor, de hecho «la mamá estaba conmovida porque no pensaban que alguien iba a responder y ella también nos dijo que se estaba congregando hace poco en una iglesia y que veía que el Señor estaba respondiendo en su vida. Compartimos con ellos y oramos, fue algo super simple pero también bien evangelístico para una familia necesita«, como nos comenta nuestra hermana Lidia.
Gracias Señor por permitirnos ser de bendición para personas que lo necesitan, y más en una fecha tan especial como navidad. Nuestro Dios nos llama a ser luz, y estos jóvenes del norte pudieron entenderlo claramente.