Estimados pastores, pastoras y consejos ministeriales de las iglesias del país.
Un saludo afectuoso a todos ustedes en medio de la difícil y compleja situación que se vive en muchas de nuestras ciudades a lo largo de Chile.
Hemos estado en Santiago en estos días, lo que nos ha permitido vivir con mayor cercanía todo lo que acá ha pasado, lo cual finalmente no ha sido algo exclusivo de la capital del país.

Frente a estos hechos, la autoridad ha decretado estado de emergencia en muchas ciudades, incluyendo toque de queda. Por esta razón y como una forma de proteger a las familias que forman parte de nuestras iglesias, solicito que se tomen los resguardos que sean necesarios, ya sea reprogramando algunas actividades o desarrollándolas en períodos más breves. Como iglesia debemos dar muestra de prudencia en medio de lo que vivimos.

Por otro lado, les solicito que estemos orando al Señor especialmente por el Hogar de Menores, el cual se encuentra en una zona muy difícil y de continuos enfrentamientos en estos días. Roguemos para que las niñas y las personas que trabajan allí, cuenten con la protección de nuestro Dios.

En medio de estos días, seamos nexos de paz, de bendición, de ayuda y apoyo a quienes más lo necesitan. Las redes sociales deben ser usadas con prudencia y sabiduría. No es tiempo de abanderizarnos con colores políticos, erramos absolutamente si vamos por ese camino. Rechazamos la violencia y los actos vandálicos, no es el camino que se debe seguir y esperamos que los gobernantes entiendan el sufrimiento de tanta gente y desarrollen los cambios que traigan mayor justicia social.

«La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron».

Bendiciones,