La Alianza de Providencia realizó una hermosa campaña solidaria

Para nadie es desconocido el gran fenómeno de migración que ha sufrido nuestro país durante los últimos años, siendo una de las naciones que ha recibido a personas de otros lugares, los que han debido dejar su tierra por problemas sociopolíticos, económicos o simplemente con el sueño de buscar un futuro más próspero. Por lo que no es para nada raro ver en nuestras iglesias a hermanos de distintos países, quienes se han hecho parte de nuestro diario vivir como cristianos y como vida de iglesia.

Pero, ¿qué estamos haciendo nosotros para recibirlos y ayudarlos frente a varios de los problemas a los que se enfrentan al vivir en un nuevo país? Pues bueno, nuestra iglesia de Providencia ha respondido de manera práctica esta interrogante, con su Ministerio de Bienestar y Bienvenida, quienes se han propuesto ayudar a través de un muy noble gesto: una “campaña de invierno” que busca que personas puedan donar prendas de ropa para hermanos inmigrantes que lo necesiten.

Una actividad que ha sido de muchísima bendición durante todas las veces que se ha hecho, y que en este invierno ha tenido una gran recepción por parte de hermanos y personas que han llegado a donar, además de ser una idea que podría ser replicada en muchas iglesias más. Al respecto conversamos con el pastor Ricardo Vásquez, parte del equipo pastoral de la iglesia y quien lidera este ministerio, conociendo un poco más de este hermoso gesto realizado por esta congregación

1) ¿Cómo fue que se gestó esta actividad de donación de prendas de ropa para personas que lo necesitan? ¿Es algo que se ha hecho ya en años anteriores?

Hace ya varios años se viene realizando esta ayuda, pensando en personas que se encuentran en situación de calle, ancianos, familias con escasos recursos económicos y actualmente, pues hemos observado una gran necesidad ante la migración de muchos extranjeros ya sea colombianos, peruanos y en gran cantidad de venezolanos (que vienen de países donde predomina un clima tropical), los cuales se trasladan a nuestro país por temas políticos y económicos buscando mejoras, por ende no tienen las condiciones económicas, o materiales de cómo enfrentar el frío matinal que existe en nuestro país en tiempos de otoño e invierno. Por lo cual se hace necesario planificar desde hace un par de años dentro del calendario anual 2 campañas de invierno durante las temporadas de más frío. Como iglesia estamos llamados acompañar a nuestro prójimo, a ser solidarios y el amor de Dios nos impulsa a no quedarnos con los brazos cruzados sino a ser empáticos por lo menos entregando ropa de abrigo para amortiguar el clima frío con el cual se enfrentan y en algunos casos especiales sustentar con alimentos y alguna ofrenda pequeña.

2) ¿Cómo se desarrolla esta actividad dentro de la iglesia?

Bueno, se agenda dentro del calendario anual de actividades de la A.C. y M. Providencia en el mes de Mayo y Julio, 2 campañas de invierno. Un mes anterior se motiva a nuestra iglesia para traer ropa de invierno como: guantes, camisetas de polar, gorros, frazadas, bufandas ya sean nuevas o usadas y en buenas condiciones.

Se motiva por ministerio a cada líder para que movilice a su equipo de trabajo ministerial. Luego se presenta la información dentro del boletín de la iglesia para recordar y se entregan otros en las afueras como en supermercados, calles, casas o grupos de personas en situación de calle.

Posteriormente para la campaña se trabaja con un equipo compuesto por miembros de nuestra iglesia y el día anterior, se selecciona la ropa en buen estado, por tallas y clasificando la ropa en secciones: ropa de hombre, mujer y niños.

Luego se compran de 25 a 30 frazadas de polar, más las que los hermanos ofrendan y se entregan 1 por familia. Después se entrega chocolate caliente y algo para degustar mientras esperan según turno, espacio de tiempo donde aprovechamos de orar por sus necesidades. Y finalmente se invita a los beneficiados a seleccionar 10 prendas de ropa dándoles la oportunidad de llevar para cada integrante que componen su familia.

Como Iglesia de Providencia hemos entendido que el Señor nos ha colocado en un lugar estratégico, y nos ha desafiado a seguir trabajando cada año, llevando a cabo esta actividad de solidaridad ya que atiende a una necesidad que predomina en el tiempo de hoy.

3.- ¿Cuál fue su recepción con respecto a esta actividad? ¿A cuántas personas o familias se ayudó con lo que se pudo reunir?

La recepción fue de gran bendición en primer lugar para nosotros como iglesia, porque hemos sido desafiados por la Palabra de Dios a servir más allá de nuestra comunidad, sin ningún interés proselitista, creemos que unos siembran, otros riegan y Dios da el crecimiento. Nos damos cuenta como comunidad que las personas se sienten muy bendecidas, sus palabras son de agradecimiento por la ayuda que se les brinda en tiempos de mucho frío y lo que reciben les ayuda a enfrentar las inclemencias del tiempo. Además, agradecen que se les acoja con tanto cariño a pesar de no ser conocidos y sin ser miembros de la iglesia. Agradecen el chocolate caliente y la oración que se hace por ellos en tiempos tan difíciles por temas laborales, familiares y por la adaptación a un país y cultura muy distintos a su país de origen.

Con respecto a cuantas personas o familias se ha ayudado, en la primera campaña, del mes de mayo, se apoyó a 115 familias. En la segunda campaña de julio, se ayudó a más de 100 familias. Sin embargo, tenemos la bendición de ayudar a personas que pasan por nuestra iglesia cada domingo y nos piden ropa o alimentos. Para nosotros lo importante es apoyarles, darles ánimo y esperanza. La iglesia está llamada a proveer esperanza y apoyo. ¡Y aquí estamos, esperando ser siempre de bendición! y ¡Sal de Tierra!

Estamos agradecidos del Señor que nos permite servir de esta manera, agradecidos de los hermanos de nuestra comunidad que se involucran con sus donaciones y trabajo, pero agradecidos también de aquellos que no son de la iglesia, personas que pasan por fuera de la iglesia y se dan cuenta de la campaña y regresan trayendo sus aportes para brindar abrigo a los que lo necesitan.

Damos gracias al Señor por nuestros hermanos de Providencia y el amor fraternal que han demostrado a través de esta clase de acciones. Recordemos que nuestro mismo Señor fue inmigrante en este mundo y nos dejó un precioso versículo al respecto en Levítico 19.34: “El extranjero que resida con vosotros os será como uno nacido entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo”

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