Ceremonia dio inicio a la construcción de un nuevo salón para nuestra ACYM de Chivilcán, en Temuco

El pasado domingo 19 de mayo se vivió un momento especial en el sector de Chivilcán, Temuco. En el lugar se realizó la ceremonia de la puesta de la primera piedra de lo que será el nuevo salón para la congregación aliancista ubicada en este lugar. Una ceremonia que contó con la presencia de hermanos, personas del lugar, además de la firma del pastor de esta congregación, Christian Redel, y también se hizo presente parte del equipo pastoral de la segunda Alianza de Temuco, la ‘iglesia madre’ de esta congregación.

Al respecto conversamos con el pastor Christian, quien nos señaló que estas obras son un deseo de varios años: «El salón que se va a construir y del que se puso la primera piedra, es un anhelo de la iglesia desde sus orígenes. Al menos nuestro templo ya cumplió 8 años, a pesar de que el trabajo había partido unos años antes en el sector de Chivilcán. Pero es un anhelo para la iglesia el contar con salas de escuela dominical, que hoy no tenemos. Ocupamos parte del templo, la cocina, una casita que era la bodega de los materiales, ahí nos hemos estado adaptando. Y esto viene a suplir esa necesidad».

Nuestra Alianza de Chivilcán ha contado eso sí para esta construcción con una gran ayuda: la segunda Alianza de Temuco, congregación que comenzó la obra en este sector de Temuco y que finalmente la pudo establecer como una iglesia Alianza autónoma. «Gracias al corazón de nuestra iglesia madre, Dinamarca (segunda ACYM de Temuco), que ellos han estado conscientes de que hay que avanzar en ella en beneficio de los niños. Uno de los grandes problemas que tiene el sector es la estigmatización y hay focos importantes de delincuencia, entonces para nosotros como iglesia y para Dinamarca el tema de los niños es fundamental», nos comenta el pastor Christian.

Eso sí, la idea de construir un salón no solo se enfoca específicamente en hacer actividades para la iglesia, sino que también abrir este espacio para la comunidad, tal como nos cuenta el pastor: «Queremos abrir este espacio también a la comunidad, en otros sentidos que parecen tan menores, pero por ejemplo a veces fallece alguien en el sector y no hay un lugar donde velarlo. Evidentemente como iglesia nosotros tenemos que tomar ciertos resguardos, pero poder ir abriendo espacios de la iglesia para eso. También uno de los sueños es tener de manera permanente un espacio donde los chicos puedan hacer sus tareas, estudiar, tener un lugar donde estén calentitos, donde si necesitan imprimir o sacar información puedan hacerlo en un lugar acogedor. En el sector hay muchos que quieren salir adelante, pero lamentablemente en sus casas las condiciones no son las más óptimas para estudiar.»

Damos gracias al Señor por nuestros hermanos de Chivilcán, quienes a pesar de la estigmatización y la dura realidad que viven día a día, busca poner de frente al Señor para así salir adelante con su ayuda. Esperamos que la construcción pronto se pueda terminar y así que ellos tengan un nuevo lugar donde realizar actividades para alabar a nuestro Dios

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