A través de los medios de comunicación nos enteramos de varios focos de incendios forestales que durante este verano afectaron al sur del país, y más específicamente a la región de La Araucanía, lugar que fue el principal afectado por el fuego que destruyó aproximadamente más de 15 mil hectáreas, y también dejando a varias familias sin nada, en lugares como Nueva Imperial, Carahue, Pitrufquén y otros sectores.
Al respecto, y como una forma de ir en ayuda de todos aquellos damnificados que perdieron bienes materiales por el fuego (además de los bomberos y sus esfuerzos por acabar con los incendios) es que nuestra Segunda Alianza de Temuco se transformó en un centro de acopio en el que realizaron 3 jornadas para recibir insumos para los afectados, todos ellos en distintos cultos dominicales.
Sobre esta noble actividad conversamos con Moisés Carrasco, hermano de la iglesia y quien fue uno de los gestores en esta recolección de ayuda. Al respecto él señala que «con tanto incendio estaba en mi corazón, oraba para que el Señor se manifestara en esto, hasta que un día vi una publicación que instaba a orar como cristianos, por los incendios y la gente afectada, además de los bomberos. Y así nació la idea de ir más allá y tener una ayuda práctica, por lo que hablé con el pastor Andrés Stuardo sugiriendo ayudar. Entonces él me dice que sí, hablamos con administración de la iglesia y empezamos a coordinar».
Dentro de la ayuda que se pidió y recolectó en estas instancias se encontraban bidones de agua, barras de cereales, alimentos no perecibles, ropa en buen estado, pañales y útiles de aseo, esto en ayuda de las familias afectadas y también de los bomberos que trabajaban largas horas tratando de extinguir el fuego. «En la iglesia hay un bombero y él me ayudó a saber lo que se necesitaba. Él me contó que las cosas había que hacerlas llegar a Nueva Imperial, entonces han habido varios hermanos que me han ayudado a llevar las cosas para allá».
Hasta el momento son 3 los focos de incendios forestales que quedan en La Araucanía, e inclusive la vida de un bombero de Villarrica se perdió por un accidente mientras se apagaba el fuego en Imperial. Todo esto ha movido a misericordia el corazón de nuestros hermanos, y esperemos que siempre sea así en nuestras vidas. Porque nuestra ayuda se puede no solo quedar en orar, sino también en hacer cosas prácticas con quienes lo necesitan.