Con gran alegría celebramos el tradicional culto de misiones durante los días de la Junta General 2018, en donde vivimos momentos muy emotivos. Durante la jornada se realizó una ceremonia de cierre de la misión norteamericana y se entregó un reconocimiento a Timothy Wendel, director regional para Latinoamericana, junto con los misioneros David Woerner y esposa Lou Ann.
“La misión norteamericana llegó a Chile hace 120 años atrás, los misioneros que vinieron nos han bendecido de diferentes formas. Algunos subieron a lomo de caballo en medio del barro en la región de la Araucanía; otros bajo el sol sudaron la gota gorda en el norte de nuestro país; otros estuvieron en el Seminario y nos ayudaron en la formación teológica; otros en la construcción de templos, por lo cual, hoy como iglesia chilena solo tenemos gratitud”, fueron las palabras del pastor Felipe Fierro Bastías, presidente de la iglesia nacional.
Reconoció además la importancia que la misión norteamericana tiene para nuestra iglesia: “No podemos construir el fututo sin reconocer nuestro pasado, nuestras raíces son lo que la iglesia norteamericana fue creando entre nosotros. Hermanos, muchas gracias por todo lo que entregaron generosamente a la iglesia chilena, una iglesia que ha madurado, que hoy puede enviar sus propios misioneros”, señaló.
Por su parte, el hermano Timothy Wendel, agradeció a Dios por su fidelidad y reconoció los frutos que hoy son evidentes en la iglesia chilena. “120 años es un camino largo y el camino no siempre es recto, pero fue un camino que recorrimos juntos. Seguimos mirando hacia el fututo: hacia la Cruz, hacia Cristo para vivir el llamado juntos. Esta noche ha sido una muestra de la fidelidad de Dios a Chile y la fidelidad de Chile a Dios. Lo que vemos de esta obra de más de un siglo, es que no fue una obra humana, sino divina, con frutos que demuestran la obra de Dios con más de 150 iglesias, 17 mil miembros, 165 pastores y con un seminario con tres sedes” señaló.
Además se hizo un reconocimiento especial, por sus años de ministerio en nuestro país, al hermano David Woerner y esposa Lou Ann, quienes son los últimos misioneros en servicio activo en la iglesia chilena y quienes sirven actualmente en la Alianza de Chicureo.