Alianza San José de la Mariquina inaugura nuevo templo

En una emotiva ceremonia, nuestros hermanos de la Alianza de San José de la Mariquina, comuna ubicada a 48 km. de Valdivia,  inauguraron su templo y casa pastoral luego de 7 años de esfuerzo y trabajo. En la ocasión el pastor titular de la iglesia, junto a representantes de la iglesia nacional, realizaron el tradicional corte de cinta frente a hermanos de la congregación y comunidad, que fueron testigos de la fidelidad y respaldo del Señor en esta iniciativa.

El proyecto comenzó el año 2012 con la visión que inundó el corazón de la familia pastoral a quienes Dios puso en el corazón el comienzo de la obra. El Pastor Mauricio Núñez y su esposa Andrea propusieron la idea al directorio de ese momento, quienes sin muchos recursos en caja ni herramientas en bodega, propusieron a la iglesia algo sin precedentes: construir un templo más grande en un espacio físico mayor.

Durante la ceremonia, recordaron a través de una reseña escrita lo arduo del trabajo, pero la fe que se mantuvo firme a pesar de todas las dificultades que se presentaron durante todos estos años. “El trabajo no fue fácil, removiendo cada piedra por separado, la limpieza de nuestros 1.200 MT2 de terreno fue sin duda una ardua tarea, nuestra fe se mantuvo constante con la certeza de que aquel que nos llamó a ver las cosas que no son como si fuesen estaba con nosotros”.

Recuerdan además que este proyecto, unió fuerzas de los diferentes ministerios. “El amor de los hermanos por la obra se materializó con esfuerzo, trabajo y oración; pero también acción, destacando el apoyo de los maestros de la iglesia y de todos aquellos que en pequeña o gran medida fueron partícipes. Cabe destacar la labor efectuada por nuestra unión femenina quienes con esfuerzo y tenacidad, cual mujeres virtuosas, se esforzaron desde tempranas horas en pro de conseguir los fondos necesarios para el avance de la obra. Y así tantos otros cuyos esfuerzos pasaron inadvertidos, aquellas privaciones voluntarias por la causa, sin duda Dios las recompensará”, agregó.

La obra avanza, tanto en lo material como en lo espiritual, y nos alegramos con nuestros hermanos por sus logros. Un testimonio de que no hay oración que el Señor no conteste, y que si El está a nuestro lado, no hay cosas imposibles. Así lo confirman al recordar su fidelidad. “Los detalles son variados, y sin duda cada uno de los que formamos parte conoce la historia de una manera diferente, desde su perspectiva personal de los hechos, sin embargo y en lo que todos concordamos es que, desde la limpieza de nuestro primer sitio; la transición de nuestro antiguo templo; la compra de la estructura metálica; hasta la instalación de las sillas, en todo, Dios estuvo con nosotros”.

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